lunes, 3 de agosto de 2009

CUENTOS DE LA PLUMA MALDITA 2

Un día me ofrecieron Un corazón, yo no había nacido aún. Que extraño, un corazón ¿para que servirá esto?.
-Eso tendrás que descubrirlo tu mismo, hijo mio. Eso dijo mi padre.

Después nací y olvidé aquello. El tiempo pasó y yo tenía un corazón reluciente en el pecho.
A la edad de 17 años me enamoré por primera vez. Era la chica mas bonita que había visto nunca, y no sabía porqué me gustaba tanto, no había ninguna razón lógica para ello. Otras chicas eran mas altas, más rubias o con unos ojos más claros, pero por alguna extraña razón, ella me gustaba mucho más que las otras. Entonces, cuando supe lo que era estar enamorado, creí que por fin el corazón servía para algo, púes latía de forma distinta, era maravilloso todo dorado y reluciente. no había joya más preciada en mi interior.
Lo recuerdo perfectamente, aquella tarde de lluvia intensa, cuando nos refugiamos bajo la marquesina de una parada de bus, nunca había hablado con ella, pero estaba en el mismo instituto, de vista, nos conocíamos de vista. Entonces sucedió, llego un autobús y paro en aquella parada, el autobús iba en sentido contrario al de nuestra marcha. En ese instante nos miramos, y tu con una sonrisa pícara entrante en el autobús, yo te seguí y también subí, nos sentamos uno al lado del otro, te dije mi nombre, creo que a partir de ahí, no paraste de hablar y a mi me encantaba, era como música para mis oídos.
Aún recuerdo que llegamos tardisimo cada uno a su casa. El caso es que cuando me acosté, solo podía ver su imagen en mi cabeza, era tan hermosa, y solo podía escuchar el exultante latido de mi corazón recién estrenado. Era una locomotora. A la semana siguiente yo le había ofrecido lo único que era mio, mi corazón dorado y reluciente, ella lo acepto enseguida, estaba tan contenta, en cambio me dijo que tendría que esperar para que ella me diera el suyo, era una chica, no podía ser tan fácil, una chica debía de reservar más eso tan valioso. A mi no me importó, aquella semana pasó y la siguiente. Y dos meses más , al final ella tenía algo importante que decirme.
Que le gustaba otro.
-Te devuelvo esto que es tuyo. Cogió mi corazón y me lo devolvió. Seguía siendo dorado pero había perdido todo su brillo. Son cosas del primer Amor, tenía un desconchón en un lado. Pero con el tiempo me di cuenta que seguía funcionando.
Pasaron dos años, y encontré otra chica que hacía latir mi corazón, ya no recordaba como era aquello, era tan parecido a la primera vez, casi igual, tenía mucha fuerza. La chica era distinta, muy cariñosa, ella me dio su corazón enseguida y yo le correspondí con el mio. Al sacarlo no era tan brillante como al principio pero seguía siendo muy hermoso. Con ella pasaron dos años, un buen día me encontré algo en la puerta de mi piso envuelto en un trapo sucio. Era mi corazón. Había también una nota que decía, te mentí no te di mi corazón. púes yo ya no tengo. Mire mi corazón estaba muy sucio y lleno de golpes, ¿en que clase de pecho había estado durante dos años?, ¿en uno de piedra?. Lloré mucho porque mi corazón me hacía daño en mi propio pecho. ¿Para que sirve un corazón? me preguntaba, ¿para que te lo devuelvan así?.

Transcurrieron unos meses, y alguien me hablo, era una chica muy hermosa, la más hermosa que había visto, al menos me lo volvió a aparecer, después de tanto tiempo, era como aquel primer Amor. Hable mucho con ella y le explique todo lo que había pasado mi corazón, me daba vergüenza y tenía miedo de enseñarlo, tenía miedo que me lo devolvieran peor aún. Esta me dijo, yo te lo curaré, algunas mujeres tenemos ese poder, y tu corazón volverá a ser el de antes. Después de dudarlo mucho ella me entregó el suyo y yo le dí el mio, pero el de ella estaba tan mal como el mio, los dos lo habíamos pasado muy mal, aquello iba a terminar, cuidaríamos los corazones y volverían a ser como eran, resplandecientes, hermosos como nos veíamos el uno al otro. Pero las cosas a veces se tuercen. y yo perdí su corazón mientras dormía. Ella se enfado mucho, el corazón volvió a ella, y ella me devolvió el mio una vez más. pero mi corazón ya no pesaba, estaba negro, me eché a llorar cuando lo vi.
Ya no tengo nada pensé. Aquello que no sabía para que servía, era lo más importante de mi vida, lo más valioso.
Corrí tras ella como Alma que lleva el demonio, con el corazón apretado en mi puño. Tu te paraste y me miraste.- Tómalo. Te dije. Cúralo, tu puedes hacerlo, solo tu puedes, lo sé.

-Yo ya no quiero hacerlo, solo quiero olvidar que tengo ese poder. Guardártelo como yo he hecho con el mio. Cuídalo tu.

Entonces me quede sentado en el suelo mirando aquello, no podía recordar cuan dorado y brillante había sido, y cuan valioso, como una joya. Ahora no valía nada.

Me fui a una colina era muy bonita de tierra negra y hierba fresca, con arboles frondosos. Al pie de uno de ellos enterré mi corazón, pero antes con él mismo, marqué en el árbol tu nombre y el mio encerrado dentro.
Después me fui desde entonces yace allí quizás aún latiendo.


2 comentarios:

Dracomic dijo...

LAs putas comas y faltas, un día d estos lo corrijo paciencia, XD

sueño dijo...

Bueno yo no digo nada de las faltas xd.

No te preocpues lobo.
Entierra ese corazón que hasta de las cenizas de un volcán nace la vida.
Entierralo bien hondo y sólo preocupate de regarlo con esperanza.
Esperanza de que renazca, y verás como brotan ojas verdes y vuelve a relucir.

Un abrazo.