martes, 21 de septiembre de 2010

Destiny of Love









Llamaste un día a mi puerta.

Yo aún no sabía lo que serías capaz de hacerme.

Pero vi tus ojos, y ellos me hablaron de ti, de grandes cosas, con palabras que acariciaron mi solitario corazón.

Y abrí la puerta para que tú pudieras entrar, y salir cuando quisieras.

para que encontraras tras su umbral el refugio y el calor que necesitabas.

Y tú entraste.

Yo por mi parte sentí que la casa se llenaba de luz a tu paso, con tu risa resonando por doquier, con tu conversación, tu paz, tu entusiasmo, tus sueños...

Mi compañía llenó de colores tu paleta.

Y tu presencia pintó de dulzura las paredes.

Empecé a ver el cielo de otra forma, cada vez que tú perdías la mirada en su infinito...

También las pequeñas cosas se volvieron diferentes...Importantes...

Coger piedras (de los sitios a los que íbamos juntos por primera vez...) , los viejos libros de poesía ( que volvieron a ser abiertos ), la tibia y tintineante luz de tus velas en la oscuridad, fotografiar las nubes al atardecer...

Y fue así como mis horas se llenaron de momentos.

Tú por tu parte, creciste con tus cabellos tostados al sol, con tus pasos libres y serenos.

Entrelazando tus dedos largos y finos con los míos, torpes y fríos.

Apaciguaste tu sed con caricias de mi alma, y soñaste cosas hermosas perdida en mi mirada.

Y fue así como tus horas se llenaron de besos.

viernes, 10 de septiembre de 2010

La aurora en su mirada.










Empiezan a salir las primeras estrellas, mientras el sol al fondo se oculta, pintando el cielo, las nubes, las fachadas...y los sueños….

Pronto llegaremos a la playa y las podré ver…

Aunque para mí sólo existe una.

La más importante, que irradia ternura por cada poro de su piel.

Por cada línea de su sonrisa…se destila la más contagiosa de las alegrías…y paz…

Esa paz que sólo encuentro a su lado, cuando ella me mira…

A veces me habla de sus cosas, y yo tengo que concentrarme en escucharla…Porque cuando me habla, a veces la escucho con admiración, pero otras…reconozco , que lo hace tan suave, que me hace volar…

Volar con ella, lejos de todos…lejos de la mesa en la que estamos sentados…Lejos del paseo marítimo donde ella suele abrazar mi brazo cuando paseamos…

Mi mente vuela con ella tan tan alto, que incluso dejamos atrás a todas esas estrellas que lucen en el cielo.

Y es que para mí, ella tiene la voz más dulce de todas.

Y sus manos, sus expresiones, y su flequillo…No hay nada en todo su ser que no me guste.

Y así vivo rendido a sus encantos.

Juraría que cuando me mira y calla, y de pronto cierra los ojos sonrojada mirando hacia abajo, y luego me dice “Ay tontoo! Qué mirass?” y me pega un empujoncito en mi hombro con su hombro…Juraría que de alguna manera me está besando con su mirada…y que de alguna forma mágica logra leer mi mente.

Me gusta cuando en el coche para decirme algo me toca la pierna con su mano…Y a veces la deja ahí, como olvidada…( Como ahora )

Y siento su calor…Eso me encanta, me hace el conductor más feliz del mundo.

Ya estamos en la playa, hemos quedado con más amigos, y como cada semana lo pasaremos genial.

Pero yo sólo puedo mirarla a ella.

Dicen que entre los dos hay un feeling especial, mucho cariño y que se nos ve muy compenetrados.

Feeling es cuando la miro y ya no puedo mirar nada más.

Compenetración es cuando la abrazo y siento que todo está bien, y sé que ella siente que está en casa.

Amor es cuando siento su calor y no necesito nada más…

…Sí, podría decirse que es cierto, que entre los dos hay todo eso.

Nunca pensé que alguien desde fuera me leyera tan bien, y la realidad es que cualquiera que nos vea…ve lo que hay entre nosotros.

Creo que por toda la playa ahora mismo se pueden oír nuestros latidos…

Pero yo no me conformo con eso, no…

Y ella con su magia me lee…y me coge de la mano y me lleva a un aparte…a la orilla, casi hasta dentro del agua…

La noche está en su punto, el cielo azul marino resplandece sobre nosotros, miles de estrellas la están mirando y junto con el crepúsculo del horizonte hacen que su pelo brille como una aurora…

Me mira, con esa mirada suya…mientras me sujeta por la cintura con sus brazos, pegándome a su cuerpo.

Está tan cerca de mí como las olas de nuestros pies.

No…está más cerca. Está completamente dentro de mí.

Y en el momento justo en el que el agua nos salpica, ella me besa…empapando mi alma con su ternura.

No es consciente, ella no es consciente de que cuando me da esos besos, tan suaves y profundos, deja a mi pobre corazón desnudo, mojado, vulnerable…totalmente entregado a ella, a sus labios, al dulce elixir de sus palabras, de su saliva, y de su voluntad…

Ella lo es todo, en este agujero negro que es el mundo, ella es un sol. Mi sol particular.

Y yo no quiero otra cosa que vivir así con ella.

No me importa temblar de emoción si lo hacemos juntos.

No me importa ser vulnerable, mientras sea entre sus brazos.

Desde el chiringuito nos hacen señas… La noche sólo acaba de empezar.

La brisa marina nos azota con su brea, despeinando su melena e hinchando su vestido, mientras caminamos de vuelta.

La noche cae negra plagada de luces y la marea crece…Al igual que crece este amor…