miércoles, 15 de octubre de 2014

Las que cosas que sé de ti y viceversa.



Buceando por tus sentimientos, me sumerjo cada vez más y más profundo tratando de descifrar y comprender los entresijos de tu mente, las ilusiones que alumbran tu mirada, y los temores que te  ahogan.

Te percibo con la ingenuidad de quien cree conocer a alguien por completo...

Voy captando los registros en el tono de tu voz, sé sin mirarte cuando tu boca se está torciendo en una mueca, igualmente imagino cuando tu ceño está fruncido, o cuando duermes a pierna suelta.

Sé antes de que me lo digas, cuando vas a enamorarte, y de quién.

Me visto con tu piel y no duermo sólo al amparo de tu calor, sino también al de tu esencia, la cual respira toda la humanidad que rebosa por tus poros.

Así me he puesto en tu pellejo, de tanto estar contigo, de tanto ser tú y dejar que tú fueras yo, desbrozándome entera en palabras, como una fiel extensión de tus propios anhelos.

Ahora tienes veinte dedos para hacer música triste, para dibujar personajes de cuentos o para hacer reir.

Pero déjame traicionarte y desvelar aquello que ni querías oir. Aquello que temes y que esperas.