jueves, 13 de octubre de 2011

Una mañana










Como por algún extraño designio los acontecimientos del día y mis pasos me condujeron hasta aquella orilla llena de arena fina, de olas mansas y de amargos recuerdos.

Sí, allí estaba tu sombra aun, hundiendo sus huellas taciturna en mi corazón varado.

"Qué haces aquí ?"

"Por qué has vuelto ?"

Parecían preguntarme las lineas etéreas de tu mácula piel.

-Ya ves amor, sigo aferrado a la alargada esquirla del filo de tus labios...Y me arrastro...

Estando aquí siento que "ésto" soy yo, aunque ya ni entienda qué es "yo"...

"Arrástrate conmigo si quieres" decía el deje caído de tus hombros traslúcidos a los rayos del Sol.

Dí un paso hacía tu espectro, y luego otro...y otro...

Y así fue cómo acabé mis días, varado en tu orilla, hundiendo en mi corazón mis huellas junto a las tuyas.