lunes, 28 de diciembre de 2009

El profesor


El profesor cogió su cartera y empezó a guardar los libros utilizados para dar la clase.
Los fué colocando como siempre, meticulosamente para que no fuesen bailando.
Cogió el borrador, y limpió la pizarra.
A continuacíon colocándose bien las gafas, esribió algo en ella.
Cogió su cartera y echando un vistazo a las mesas vacias, salió al pasillo.
Justo por la puerta pasaba el director.
-Hola Luis, ¿Qué tal todo?.
-Bien, ya me marcho.
-Yo también. Andaba hechando un vistazo por los pasillos antes de irme. - Miró a su alrededor .- Me gusta cuando todo está en silencio.
Miró al profesor que manteía su vista fija al fondo del pasillo.
- Perdona Luis, te estoy entreteniendo. Nos vemos el lunes en la reunión de la mañana.
El profesor comenzó a andar por el pasillo.
- No creo que pueda .- Dijo sin volverse.
Y caminando se perdió por él.
El director lo observó sin moverse.
Siempre había sido raro, pero hoy lo estaba especialmente.
Cuando comenzó a andar giró su cabeza para mirar a la clase.
Se detuvo en seco.
Había algo escrito en la pizarra.

Decía...


"El simple hecho de añorar amar, nos hace darnos cuenta de lo sólos que estamos".


El profesor jamás volvió por el colegio.


miércoles, 16 de diciembre de 2009

VECINOS VI

VECINOS VI PARTE
Demasiado espacio



Me siento tan ...Tan terriblemente solo y asustado.
Lo único que siente mi piel es el frío, el doloroso y solitario frio.
¿Cuando fue la última caricia?
¿Cuando el último beso?
Realmente lo podría recordar, ponerle una fecha, un nombre, y una lágrima.
Pero creo que mi cuerpo ya ha olvidado todas esas sensaciones que antes le eran tan propias.
Tan cotidianas, algo que a veces hasta llegaba a agobiarme, o serme indiferente.
Qué estúpida es la raza humana.
Das lugar a echar de menos lo que antes echabas de más.





Cada vez hace más frio y con esta ola siberiana o polar o de donde venga, la verdad es que parece que al igual que en primavera florecen los árboles y los rosales, ahora en invierno lo que crece es la melancolía.

Qué absolutamente solo puede llegar a sentirse uno , ¿verdad?
Yo, que sé lo que puedo hacer, lo que tengo que hacer. Yo que estoy acostumbrado a llevar mi vida, mejor o peor, pero con cierta independencia.
Como lo que quiero, tengo el trabajo que quería, gasto lo que quiero, pongo mi música y eso me salva a diario. Si lo necesito cojo el coche, o un autobus y me escapo, o enciendo mi ordenador o abro alguno de mis libros y me evado.
Yo, que sé que el mundo no se acaba, pues aqui sigo después de todo.
Yo...Me siento tan solo.

A veces creo que he ido hacia atrás.
Todo me ha ido mal siempre.
He cometido mil errores y creo que aunque también ellas tenian su gran parte de culpa, en realiad toda la responsabilidad final era mía.
Y lo sigue siendo.

Porque tengo la oscura sensación de que siempre estaré solo.
Miro hacia atras y solo veo calamidades sentimentales tras de mi. Y está claro que el único factor en común en todas ellas, soy yo.
Y me pregunto, ¿ es que no hay nadie para mi?
¿Es que no va a haber nadie para mi?
¿En todo el mundo?

Aunque bueno, en todo el mundo tampoco es que me sirva de mucho.
Yo no quiero que el amor de mi vida viva en el pais vecino, no no, eso ya lo he sufrido. Y no podría sufrir otra vez semejante soledad, semejante hambre.

En un radio de no sé, 300, 500 kilómetros...En un radio de 10...Con lo masificadas que estan las ciudades. En algún piso remoto de algún bloque recóndito, en una calle poco transitada deun barrio populoso,¿ no va a haber alguien para mi? ¿ A una simple parada de autobus?

En un ciudad cercana, en una ventana de mesenger, en un pais lejano al menos, alguien por quien merezca la pena coger un avion...

Quizás soy tan raro, que por más novias que tenga, por mas mujeres con las que me empareje nunca ninguna me quiera tanto como para quedarse a mi lado.

A veces pienso que no me importa. Ya he planificado mi vida en solitario.
Sin tener que dar explicaciones a nadie, prescindiendo de peleas, de ajustes en mi vida. Sin el deber de ceder en mis caprichos o en mis costumbres. Nunca tendría que temer por nadie, ni angustiarme , ni sufrir como se sufre siempre cuando amas a alguien. Que llega a importarte ella más que todo tu mundo y tú mismo.

Podría tener encuentros furtivos, amigas, amantes, sin atarnos, sin decepcionarnos...Sin abandonarnos...

Pero claro, mi sincero corazón que sabiamente se calla cuando hago estas reflexiones, y me deja que divague todo lo que yo quiera o necesite para desahogarme...Sabe de sobra que eso no es lo que quiero, lo que deseo. Lo que ambos anhelamos es ese cuerpo caliente en nuestra cama, ese perfume a su perfume entre las sábanas, y sobre mi almohada hebras finas de sus cabellos.
Mis zapatillas en su lado, mi bata con su pijama.
Menos espacio en el baño, y en el armario. Y en el frigo comida sana y de dieta. Y chocolate, mucho chocolate por lo que pueda pasar.

Y aquí, en la bañera, dentro del agua caliente conmigo, menos espacio aun.
Pero con espuma de algun gel suyo perfumado. Con su champú enjabonando mi cabello.
Y el agua desbordándose cada vez que mueve sus piernas entre las mias, ajustando su cuerpo contra el mio, enjabonados y calientes por el agua, sudorosos incluso por ...

...Por el roce de nuestra piel desnuda, suave, por el tacto de la carne de sus labios contra la carne de los mios...

Para que negarlo.
Se está muy agusto sin apretujarse en la bañera, con todo mi tiempo y mi espacio para mi.

Pero no soy feliz. Me siento incompleto. Y solo.
Nadie me da su amor.
Y yo no doy el mio a nadie.

Hasta salir de esta bañera me plantea la duda. ¿Y para qué?
Si no te espera nadie fuera....

Pero lo haré, saldré, seguiré oyendo mi música, cenaré algo rico, lo más probable es que llegue la vecina y acabe oyéndola llorar, con lo cual...Seguiré pensando que algo no funciona bien en esta vida.

Y me acostaré, como siempre, como cada noche yo solo.
Solo en mi cama, y mis sábanas que sólo huelen a mi, me taparán sólo a mi.
Y solo me dormiré y quizas sueñe que estoy con "ella".

Hasta mañana cuando todo volverá a empezar.



viernes, 4 de diciembre de 2009

VECINOS V

DE ESPUMA Y DE ROSAS









Las sombras y luces bailoteaban trémulas, balanceándose caprichosamente y reflejando su espectro en las paredes en un continuo va y ven.


Agazapada en la bañera, con las rodillas dobladas hacia el pecho y los brazos abrazando su contorno, con la cabeza escondida entre su melena mojada, lloraba bajo el grifo abierto de la ducha.
El agua caia tan caliente que sentia como le quemaba, pero era relajante. De su pelo y de su piel salía vapor.



Soy patética, lo sé, lo soy.
¡Dios qué vergüenza!
¿Es que no lo ves?
¿Qué haces? ¿ A dónde vas de esta manera?
Eres realmente patética.

Pero no puedo dejar que esta chiquillada me afecte, con todas las cosas que tengo encima.
Yo sólo quiero estar tranquila. Sólo quiero ...Sólo quiero llorar


A veces no sé qué le pasa a la casa o qué me pasa a mí.
Si me paro a mirar todo está quieto, todo ha permanecido intacto.
Como si fuera yo el único elemento que se ha movido tras tu ida. Parece que estuviera en el futuro contemplando el polvo posado sobre una casa vacía que murió con nosotros. O incluso en el pasado, donde todo guarda tu esencia inmóvil.
Y yo estoy aquí, sin encontrar la manera de encajar en este reducto de lo que fue mi vida contigo, mi amor y mi desamor contigo, ni de evitar que me duela.
Estas paredes, creo que hice mal regalándotelas, poniéndoles tu nombre. Al igual que a la cama, y al corazón. Ahora me acusan de ser una extraña, una media verdad, una victoria a medias.

Ojalá pudiera desaparecer yo también...











Victoria había encendido como siempre algunas de las velas que solía tener en casa. Era la única luz que iluminaba el baño y el resto de las habitaciones, inundando éste con su parpadeo y dando calor en la noche fría.

El agua resbalaba por su coronilla, por su frente y sus mejillas, serpenteando desde su cuello hasta su pecho donde se perdía diluida en el resto de agua que se acumulaba en la bañera

Le escocian los ojos por el agua, y por el llanto. Enrojecidos emanaban oscuridad como si de una fuente en lo profundo de un pozo se tratase, de la cual brotara la desesperación o la muerte.

La mampara así como los azulejos y el espejo estaban cubiertos de vaho. La atmósfera era humeda, cálida y pesada. Un cierto halo de tristeza maquillaba las paredes.




Sí, eso es lo que quiero exactamente. Desaparecer, Pero no. Yo no tengo esa suerte. A diario enferman y mueren personas útiles, inocentes, gente con familia, madres con hijos, hijos con madres, cuyas vidas se ven lisiadas con esa ausencia. Yo en cambio, que no sirvo a nadie ni nadie sufriría sin mi, aquí estoy. Aquí sigo. Si pudiera cambiarme por alguno de ellos y hacernos mutuamente ese favor...
Pero no, no se puede.

...

Qué bonita, pasan los años y me sigue emocionando.
Parece que el piano o el violin están tan tristes como yo.
Tan sólos como yo.

¿Tan solos?


¿Tan solos como yo?


M...mmm...



En un suave movimiento echó hacia atrás la cabeza para que el chorro del agua la peinara, despejando el pelo de su rostro. Se aferró a los asideros de la bañera y una vez en pie giró una palanca de la grifería, que hizo salir el agua por un caño en la parte inferior de la bañera, en lugar de por la alcachofa que estaba colgada en la pared.
Eligió un gel perfumado de rosas y un aceite esencial del mismo perfume, e hizo coincidir su contenido con la caida del agua.
Enseguida empezó a surgir la espuma.

Empapada y sólo con los zuecos en los pies salió del baño.
Volvió al cabo con una copa de vino dulce fresquito en una mano, y algo más en la otra.

Acomodó una toalla en el borde de la bañera en el extremo opuesto al de la grifería y se sumergió elegantemente, tumbándose esta vez, mientras el agua seguía cayendo esta vez sobre sus pies.

Con la cara humedecida por la humedad y el agua de sus propias manos, comenzó a leer











"CARTA DE UN VECINO ANÓNIMO PREOCUPADO A UNA VECINA ANÓNIMA QUE LLORA CADA NOCHE" ...