martes, 6 de julio de 2010

La Estación.


Cómo puede cambiar la vida de una persona en unos segundos.






Un tren llega, se abren sus puertas, la gente sale apresurada, apelotonada…

Mientras los que esperan miran los anuncios de próximas llegadas, próximas salidas…

En el centro de la estación, María mira, contempla a su alrededor, el ir y venir, la marabunta de gente, con prisa, con sus maletas y sus maletines.

Hay gente que viaja de vacaciones, otra que se desplaza en trayectos cortos para ir y venir del trabajo, gente que parte o llega de algún lugar lejano…

María apenas puede respirar, nota una fuerte presión en el pecho.

Su estómago está encogido.

Teme que de un momento vaya a vomitar por los nervios.

Se abraza a sí misma, sujetándose el cuerpo con los brazos, mientras un tic nervioso le hace balancearse levemente de un lado a otro, mientras sigue mirando, sigue buscando con su mirada entre todas aquellas personas desconocidas…

María para, saca del bolso una botella de agua de la que bebe a pequeños sorbos, no habla, no ha hablado en toda la mañana, pero tiene la boca seca, incómodamente seca, y esta sensación le baja por la garganta y le sube a los labios y a los ojos.

Rápidamente vuelve a guardarla en su bolso, junto con todo lo demás…Y vuelve a prestar máxima atención.

No sabe el destino, pero ha cogido su pasaporte y todo el dinero que tenía en casa. Su libro favorito y una carta…

Ese es todo su equipaje.

Ha estudiado a todas las personas que esperan en la sala, y en los andenes…

Hay una madre y una abuela con cuatro niños. Mientras ellas hablan despreocupadas y cansadas, las dos niñas menores no dejan de corretear y gritar.

Un matrimonio mayor les mira desde sus asientos enfrentados, con cara inexpresiva.

Una chica joven que parece viajar sola, no deja de tocarse la cara. Parece que tiene miedo.

Varios hombres y mujeres con maletas y gafas de sol, de piel dorada, pelo canoso, miran con interés la pantalla de sus cámaras de fotos.

Unas chicas jóvenes, extranjeras, se muerden los labios y ríen mientras examinan a los policías que recorren la estación.

Cada una de esas personas tienen su historia, su cabeza llena de problemas, de sueños, de recuerdos, de otras personas…de frases, de palabras…

Un ruido de fondo , casi ensordecedor le provoca dolor de cabeza y acrecienta sus nervios.

Hay tanta gente allí, y todos hablan, o gritan, hacen ruido, también el sonido de los avisos por megafonía, de los vagones llegando y partiendo, el timbre que avisa de la apertura y cierre de puertas…

Sí, es demasiado ruido para su pobre cabeza…

Para su pobre corazón.

María permanece hierática en su posición.

No se atreve a moverse un ápice, desde ahí controla la puerta, los andenes , los asientos de la sala de espera, …

Es el mejor sitio, el único posible si es que quiere tener alguna oportunidad…

Espera, espera mucho rato…

Toda su prisa es por mover los ojos en todas las direcciones posibles para lograr verle.

No tiene planeado ningún viaje, ni vacaciones, sólo sabe que él se va hoy.

Y que si él la quiere como dice en la carta que le dejó en la almohada esa misma mañana, la llevará con él. Se irán juntos.

No importa a donde, no importa nada en realidad.

Él no ha tenido valor para despedirse en persona, ni para pedirle que se vaya con él.

Pero ella sí lo tiene para esperarle en la estación, y no abandonarle jamás.

Las lágrimas aparecen en sus ojos con este pensamiento, y caen pesadas sin apenas rozar la piel de sus mejillas.

Le quiere tantísimo…Que sólo pensar que no hubiera leído la carta a tiempo…Sólo pensar que un par de horas más y él podía haber salido de su vida para siempre…Y siente que se vuelve loca, la idea la atormenta.

No…Eso duele demasiado.

Todo va a salir bien, se lo repite a sí misma para lograr mantener la compostura.

En ese momento sus pensamientos se ven interrumpidos.

Helados.

Ahí está.

Es él. Sí, no cabe duda.

Y su corazón da un salto, que le hace daño en el pecho.

Sus pies empiezan a andar solos en su dirección.

A duras penas logra controlar la exaltación y la alegría que siente tan grande, el alivio por haberle encontrado…Siente paz y euforia, y prisa…Todo en unas pocas milésimas de segundo.

Unos segundos que …




A...Unos segundos que...
Unos segundos que …

La llevan volando, flotando a su encuentro.

En ese momento ya no oye nada , ya no le duele la cabeza y se ha olvidado de su angustia y su sed…

Se para delante de él, y espera a que con sus propios pasos choque con ella.

Mario viene con la mirada centrada en el suelo, en sus pies tristes, en sus zapatos tristes…

No quiere mirar la hora, ni el andén, ni el tren, no quiere...Porque sencillamente no quiere irse.

Su corazón está aprisionado debajo de su camisa y su chaqueta. Detrás de sus ojos tristes y vidriosos.

Con cada exhalación de aire, se escapa un puchero de sus labios, de sus labios…que hace tan sólo unas horas eran de ella…Sus labios suaves que le recuerdan solamente la suavidad de los de María…Y su calor tan querido.

Es entonces cuando su estómago da una vuelta más. No te vayas le dice, no lo soportarás y lo sabes.

Y se agarra fuerte a un recuerdo, para no caerse en un pozo de temor…Y ve en su mente el brillo de sus ojos y puede oler su pelo, su pelo que adora, sus ojos que adora…Todo se lo lleva consigo en forma de recuerdos.

Y mientras avanza lento, arrastrando además de su maleta, su añoranza como una condena hacia el tren, hacia su nueva vida lejos de allí y lejos de ella, su corazón no sabe callarse, no puede dejar de protestar…

Pero alguien, se ha puesto en medio, alguien que no mira por donde va, que le frena , aunque eso en realidad no le molesta pues no tiene ninguna prisa por irse, lo que le molesta es que le ha sacado de sus pensamientos, ha perdido el color de su piel…Para levantar la cara y decirle a ese tipo que se aparte y qué….

Y quedarse con la palabra en la boca, con el corazón en un puño, detenido, como un reloj varado, la respiración suspendida en el aire que hay entre los dos.

Todas las lágrimas que caían en cascadas por detrás de sus ojos desde que la abandonó en su casa, en su cama aquella misma mañana para nunca volver…Se desbordan ahora delante de ella, desde el filo de sus párpados, resbalando sin mesura.

Algunas se quedan prendidas en sus pestañas…

Cálidas, brillantes, saladas…Recorren sus rostros, sus labios…

Todo ocurre muy rápido, ninguno de los dos sabe dónde está, ni dónde acaba el cuerpo del uno y empieza el del otro…

Sus lágrimas se funden con su saliva, con sus besos, sus gemidos….

Lo dicen todo con sus palabras desordenadas, llenos de nervios, de sentimientos, de dolor…

Él le sujeta la carita entre sus manos y le explica que no puede ser egoísta, y ella rodeándole fuerte con sus brazos, responde que sin él nada tiene valor, ni sentido…

Él le dice lleno de miedo que es una locura, y ella le responde igual de asustada que jamás le dejará…

Se besan,

se abrazan,

lloran,

se besan una vez y otra más,

sonríen…

Mario le promete, tratando de calmar sus sollozos, que nunca más volverá a dejarla....y refugia su alma en el cuello de María, entre su pelo y el olor de su piel…

María se pierde en su promesa, simplemente le dice, que le quiere demasiado para vivir sin él…y refugia su pecho dolorido en la paz de su abrazo.

Por un momento , la gente alrededor ha dejado de hablar, ha abandonado sus conversaciones, sus lecturas, sus pensamientos, sus vidas por un momento, para centrarse en esta escena…

Ahora son ellos el centro de atención, por encima de las niñas pequeñas que jugaban y gritaban, por encima del llamativo físico de los dos policías, por encima de la joven con cara de miedo…
Ahora son ellos, que se abrazan, y lloran, y se besan sin parar, y se sonríen con complicidad mientras se beben con los ojos…Ahora es su ropa, sus rostros, su equipaje, lo que todos miran y estudian , sacando conjeturas…

María tiembla, lo hacen sus piernas, sus manos torpes aferradas a Él, su voz, su alegría exultante, los resquicios de su miedo, su respiración agitada, sus palabras de amor, su corazón que ahora sí, no deja de latir fuerte y lleno de ilusión…

La llamada para su tren les apremia, sin soltarse la mano, enamorados y ahora sí, felices…Atraviesan su anden, suben a su tren…Y desaparecen tras las puertas…
…Juntos.



Una pareja se sienta, y saca de sus mochilas unos bocadillos y unas latas de refrescos que comen mientras esperan su tren.

Una mujer y su hijo leen, y miran la hora con pereza.

Un señor mayor sostiene un teléfono móvil en una mano, mientras habla con él, y en la otra un periódico.





B...Unos segundos que...
Unos segundos que …


Traen consigo y de la mano de él …otra mano…

Otra mano , de una mujer que no es ella.

Una muchacha joven, con un equipaje igual de abultado que el de él.

Caminan deprisa y juntos, con los pasajes del tren en la mano.

María tuerce su dirección, hace un giro improvisado hacia la puerta de salida…Tiene la mente en blanco, realmente…No sabe qué hacer, no entiende nada…

Está perdida, desorientada…

Pero vuelve a mirar, no puede apartar los ojos de ellos…

Y decide que no va a irse así. No puede.

De nuevo sus pies retoman el camino hacia él.
Antes de acercarse demasiado, justo en frente, le hace una seña con el brazo levantado, mientras le llama por su nombre.

Él mira instintivamente, sonriente por algo que comenta con la chica…

Todo se vuelve oscuro, turbio en el momento en que se encuentran sus miradas y ambos comprenden. Suelta la mano de la chica, y avanza ágil y rápido hasta María.

Su expresión es un poema. Está histérico.
Incrédulo, tiene el valor de preguntarle qué demonios ha ido a hacer allí.
María responde con una voz que sale de algún lugar de sus entrañas, que tras leer su carta de amor, su despedida tan triste…Había decidido buscarle, para irse con él. Aunque las evidencias ya le demostraban que todo había sido …Mentira.

La otra chica, se acerca de inmediato para comprobar qué sucede, quién es aquella chica de mirada triste y acusadora.
En ese momento escucha como María le reprocha a él, que no entiende cómo ha podido engañarla con otra todo ese tiempo.

Él que advierte la llegada de su chica…Le increpa que no mienta, que él nunca ha estado con ella, que deje de inventar y le deje tranquilo.

María...María realmente no puede creerlo.

Sus ojos están tan abiertos como su boca.

No siente la sangre por sus venas, ni el llanto, ni el corazón, no siente nada, sólo la adrenalina que la mantiene de pie.

Lo siguiente que es capaz de pronunciar ya no importa, no entiende cómo es posible que eso le esté sucediendo a ella.
Que él, que hace apenas unas horas le había hecho el amor en su cama, que apenas unas horas antes, le había dejado un sobre despidiéndose para siempre por motivos de trabajo, que le había dicho que la quería profundamente…Cómo había hecho siempre, hasta ahora durante sus años de relación…

Pero lo único que recibe en lugar de una explicación, son insultos por parte de ambos y un manotazo en el pecho por parte de él empujándola lejos, el cual le rompe para siempre además de su ego, su orgullo y su corazón.

Corren veloces a la última llamada del tren, y se esfuman dentro del vagón como dos fantasmas.

A María ya no le queda nada que hacer allí en medio.

No quiere ni levantar la mirada, se siente terriblemente abochornada, la gente alrededor ha dejado de hablar, ha abandonado sus conversaciones, sus pensamientos, sus vidas por un momento para centrarse en aquella vergonzosa escena que acaba de destrozar su vida propia.

Quiere salir de allí, necesita huir, gritar, llorar, morirse de dolor …

Ahora es ella el centro de atención, por encima de las niñas pequeñas que jugaban y gritaban, por encima de los policías cachas, por encima de la joven con cara de miedo…
Ahora es ella, su cara, su ropa, lo que todos miran y estudian, sacando conjeturas…

María tiembla, sus piernas lo hacen mientras atraviesa los andenes, la sala de espera atestada de gente, la puerta de la estación… Abandonando aquél lugar , al que no podrá regresar sin revivir en el centro de su ser ese dolor tan hiriente, abandonando allí además, para siempre su capacidad de amar…Rota y desquebrajada.



Una pareja se sienta, y saca de sus mochilas unos bocadillos y unas latas de refrescos que comen mientras esperan su tren.

Una mujer y su hijo leen, y miran la hora con pereza.

Un señor mayor sostiene un teléfono móvil en una mano, mientras habla con él, y en la otra un periódico.







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9 comentarios:

Yo dijo...

Curiosa entrada. Yo escribí hace poco una similar. No del mismo tema. O sí. En realidad no transcurre en una estación ni se parece en cuanto a contenido.

Pero sí hay dos finales diferentes. En realidad 3. Porque el primer final está ya implícito en donde acaba el "tronco" del texto. A partir de ahí, hay dos opciones de final diferentes. La cosa es que lo tengo sin publicar y, de hecho, no sé si llegaré a hacerlo.

Es bastante largo y bueno... para algunas conversaciones entre los personajes, tiré del baúl de los recuerdos usando frases o palabras que nos solíamos decir. Entonces... publicarlo no me termina de convencer, no sea que se saquen las cosas de quicio o se piensen que va con segundas o que somos nosotros o... vete a saber. El ego de cada uno es el ego de cada uno... Y hay cada uno con cada ego... ;) jajajaja

En fin, que ahí está. Ya veré qué hacer con él.

Un besito.

Si hay que votar, yo me quedo con el A. Aunque posiblemente el B sea la opción más realista. Perra vida...

Por cierto, ya me dirás cómo lo has hecho con el html pa que se despliegue el texto. Me ha molado esa idea :)

emperatriz dijo...

Yo

Holaaa!

Por partes:



No me digas que has escrito algo igual? Vamos con la imsma idea de lso finales alternativos... jajaja, me das miedo tia...En serio....
Yo esto lo visualicé ayer, escuchando esta canción que me pasó kike ( gracias kike :) ) y hoy al volver a casa me he peusto a ver si me salía la historia.



A mi me ha pasado un poco como a ti, en cuanto a publicarlo, o no publicarlo, pero sabes qué te digo? Qué me da igual :)
SOn historias, y en las cosas que escribimos no solo va nuestro sello, o nuestra imaginación, también a veces nuestras propias vivencias, y todo junto lo enriquece.

Así que te animo a que lo publiques, no seas tonta, si seguro que tu historia está genial :)

Y yo ya la quiero leer asín que....

Además si te doy el truco del HTML ya no te va a quedar más remedio que ponerlo en práctica ;)



Cuando coincidamos con tiempo te explico cómo lo he hecho, he tenido que probar 7 veces hasta que me salía siempre, porque ...

a la 1º no, jorl !
a la 2º sí, bien!!
a la 3º no.. Cómo que no? òó
A la 4º tampoco, tampoco? o_Ô
A la 5º sí, uff...
a la 6º también!
y
a la 7º Se acabó así se queda XDD


Y yas tá jajaja

Besitos loca, y hazme casooo!
Qué les den a cada con su ego, al ego con cocacola, al pan pan y al vino vino y a cada oveja con su pareja XDD

Yo dijo...

Lo de mi historia se me ocurrió hace meses. Fíjate que Sueño la empezó a leer y todo y hace ya mil que no tiene ordenador... Y Lobo también sabía que quería hacer una historia con distintos finales para que cada uno tuviera el final "deseado"

Se me ocurrió después de publicar "despedida" que había algunos a los que les parecía bien y otros que no. Así que pensé que por qué no escribir varios finales. Y bueno... ahí está...

Y bueno, no sé... a mí lo de publicarla no me termina de convencer. Por eso no la he publicado aún. Me parece muy bien tu punto de vista. Y lo respeto. Después de todo es tu blog y ahí pues haces lo que quieres. Y al que no le guste que no mire, como decía la canción. Yo a veces también lo he hecho.

Peeeero, como buena libra que soy, tengo también otro punto de vista. Y es que bueno... si lo hago podrían pasar dos cosas: que le molestara o que le hiciera daño de alguna forma... Lo segundo casi que lo descarto, porque honestamente, no creo que le duela. Pero aún así y por si las moscas creo que hay daños que no podemos evitar (por desgracia) como el dejar a alguien porque no le quieres (por ejemplo) y otros que sí son perfectamente evitables (véase publicar una entrada por publicarla cabiendo la posibilidad de que le pueda hacer daño leerla, porque podría interpretarse como "esto es lo que te perdiste" o a saber...). Entonces... por el punto 2 como que no la publicaría.

Y la otra opción es que pueda molestarle. Puede que tampoco debiera importarme. Después de todo... hay tantas cosas que a una le joden y le hacen daño en esta vida y, en cambio, una se calla... Peeeero tampoco me gusta joder a nadie gratuitamente. Y ahora están las cosas "bien" como para tirar la primera piedrecita y empezar a meter pata por una tontería. Estoy cansada de líos, de malentendidos y de peleas por pamplinas, la verdad.

Así que bueno, aunque remotas, ambas posibilidades existen. Con que ahí ando sopesando en mi balanza :D... Si lo subo será con el final más "siniestro" y no con el final feliz.

Un beso

Kike dijo...

Como siempre, me encanta cómo escribes los sentimientos y cómo eres capaz de comunicarlos a través de las palabras.

Algunas historias, aunque no cuenten algo muy elaborado, son emocionantes por el simple hecho de poder entender o interiorizar cómo se sienten cada uno de los personajes. Comunicar eso es muy complicado, pero tú lo sueles hacer bien siempre. :)

Un beso y sigue escribiendo así de bien! Da gusto leerte!

PD: creo que yo también quiero saber cómo se hace lo de ocultar el texto, es posible que también lo use para alguna historia. Y no, no estoy preparando ahora mismo ninguna que tenga finales alternativos xDDD

emperatriz dijo...

YO

Como buena medio Libra que soy, te entiendo perfectamente, tener encima de la conciencia ese "y si " " y si"....

SI todo el mundo pensara o actuara según esos miedos o temores, no existiría la literatura, ni la música, ni el cine, ni desde luego la libertad de expresión.

Entiendo que tengas miedo, porque no deja de ser miedo, y el no publicar no es que sea un acto de cobardía, pero , yo al menos y hablo por mí, en los casos ( y son muchos ) en que he dejado de publicar historias bonitas, historias tristes, canciones, poemas...Era por ese miedo, miedo como tú dices de dar pie a nuevas polémicas, problemas, líos y dolores innecesarios de cabeza. ( aunque seguro que esas polémicas nunca las sacas a relucir tú…)

Y todo eso no sirve para nada, la verdad, pues el problema no está en quien escribe ni en qué publica , sino en quién lo lee.

Te aseguro que si alguien está dispuesto a sacarle tres pies al gato y a leer entre líneas, lo hará igualmente hables de amor, de desamor, de muerte, sobre un tratado de paz mundial, o de economía sumergida…

En cuanto al otro punto...Al no querer herir sus sentimientos ( eso que dices de "porque podría interpretarse como "esto es lo que te perdiste" y hacerle daño") pues mira, si eso le duele...Ya sabe lo que tiene qué hacer, que es ser “así de feliz” contigo, no??

Además yo no lo veo como ir por ahí haciendo daño gratuitamente.
No lo haces a mala leche, no lo creo. ( o sí? )
Ya porque menciones algo que viviste, siempre que lo trates ( a lo que cuentas ) con cariño y sumo respeto....Yo más bien lo entendería como un homenaje a algo que a ti te ha hecho feliz, no??
Joer, y si encima eso lo has compartido conmigo, y yo he tenido algo que ver en esa felicidad, sería todo un honor.
O será que yo soy así de romanticona ¿? :P

También hay veces que nos hace daño leer cosas de gente a la que ni conocemos, no te ha pasado?
O como cuando escuchas una canción y de pronto te toca esa fibra y , Oh! te hiere lo que dice! ( eso sí que te ha pasado, que lo sé yo )

Total, que me enrollo, jajaja, me sacas unos temas que son irresistibles para mi, jajaja ya te vale!!

Mira, yo no te quiero ( ni puedo ) convencer de nada.

Solo te diré, que si lo publicas, tu familia, tus amigos, tus lectores , la gente que te quiere te leerá , y soñará, imaginará, sentirá, abandonará durante un rato su monotonía, su qué hacer diario, y se trasportará a otro sitio, para ponerse en la piel de tus personajes y vivir esas situaciones, esas vidas...y dejarán volar su mente y sus emociones al tiempo que pasan un rato agradable en complicidad contigo :D

Si no lo publicas, simplemente no pasará nada.

Pero me temo que Nada es lo que quieres que pase, XDDD

Así pues, te insto a que al menos me lo envíes al correo para que lo pueda leeerrr jooooo, óò !

Besitos, y perdona si te he soltado un rollo intragable , ya sabes que puedo ser muy pesada ;)

emperatriz dijo...

Kike

:) Muchas gracias, me halaga eso que me dices ( porque me lo sueles decir en algunos comentarios ) de que sé trasmitir muy bien las emociones.

Eso para mi es algo muy bonito y valioso, supongo que me sube el ego y me dan ganas de seguir escribiendo.

La verdad es que teniendo lectores como vosotros, a mí si que me da gusto escribir.

Un beso.

PD : Pero qué harta que me teneis entre los dos , ehh!!
Claro claro, yo ahí sola ante el peligro, entendiéndomelas con el Html, para que ahora vosotros me lo pidais asíi por la caraaa òó !!

Aiss, pero vaaalee, si es que me lo pedís así...Y no me puedo negar...

Soy tann buena y generosaaaa... XDDD

Te digo como a YO, ( pero más breve :P , que la probre va a tardar un mes en leer mi comentario XD ) cuando quieras nos ponemos y te explico cómo se hace ;)

Yo dijo...

Pues sí, es posible que si todo el mundo pensara como yo no existiera nada de eso, pero, por suerte, yo no soy ni escritora, ni músico, ni actriz. Así que no me encuentro ante tanta responsabilidad xD. Y sí que es cierto que bueno, escribir, pintar, etc. lleva parte de quien lo hace, si ellos publican o pintan alegremente, ole por ellos que no tienen "miedo"

Miedo... bueno, no sé... No me "atemoriza" especialmente publicarlo. Si me lo estoy planteando no es por miedo, sino por respeto a otra persona y, en parte, a mí. Quiero decir que no sólo le "beneficiaría" a él con no publicarlo, sino también a mí misma que, fijo, me evitaría jaleos. ¿Qué vas a temer cuando ya lo has perdido todo?. Si no tienes nada... no puedes perder nada, así que... No creo que sea miedo. En cualquier caso... no creas que voy a publicar o no porque me llames cobarde xD. Esos piques de "a que no tienes huevos" sólo funciona con los tíos xD. A mí las cuestiones de huevos me parecen una soberana gilipollez xD

Sí que estoy contigo en lo que dices de que el "problema" no es del que escribe sino del que lee. Pero hasta en esto, creo que un poquito, muy pequeño, muy pequeño también es "responsabilidad" del que escribe. Tú estás en tu derecho de escribir lo que te salga de ahí y si por lo que sea te sale escribir en plan intrigante o expresarte de forma que el texto pueda prestarse a doble interpretación... En parte y de forma indirecta, algo sí tienes que ver en que otra persona pueda entender algo que no es. Ahora eso sí, que si alguien le quiere sacar los tres pies al gato, se los sacará fijo.

Jajaja ya sabe lo que tiene que hacer dice... Ese punto de tu comentario sí que es surrealista... No quiere ser feliz conmigo y el hecho de que yo escriba lo que escriba no tiene nada que ver. Ni pretendo que cambie de idea al leerlo, ni él empezaría a quererme de repente por ello.

Y no, no lo hago a mala leche. Claro que no. Simplemente pensé en algo bonito y bueno... me es fácil hacerlo cuando le recuerdo. Por eso usé frases que solíamos decir. Los diálogos podrían ser perfectamente viables entre nosotros, porque eran así. Pero nunca tuvieron lugar. Las conversaciones y todo el texto es inventado. No compartimos nada de eso, pero sí que es cierto que así imagino que habría sido. Y claro que lo trato con cariño y respeto. Con todo el cariño y respeto con que recuerdas una etapa en la que fuiste feliz y a alguien que fue especial para ti.

Y bueno... no todo el mundo es tan romanticón como tú y yo. Y, por desgracia, no todo el mundo entiende las cosas igual.

Y sí que me ha pasado, sí. He llorado leyendo a Lobo. Un par de veces, si no recuerdo mal. Con la del árbol. Pffff. Y con Isa también me ha pasado. Con las canciones ya sabes que también.

Puede que suceda lo que dices pero yo sólo te diré que creo que mi familia, mis amigos, mis lectores y la gente que me quiere podrán entender que yo decida al final no subirlo si con ello creo que hago más bien que publicándolo.

Pasará que yo, posiblemente, me quedaré más tranquila. Todos los demás tendrán otras cosas con las que soñar. Si no lo hago yo, otros lo harán.

Y bueno, ya si eso, te lo mando. No tengo nada que perdonar. Ya sabes que yo también puedo llegar a ser muy pesada xD

Besitos ^^

emperatriz dijo...

YOOOO

Jajaja, mira que me das trabajo ehh, jajaja parecemos dos cabezonas de las buenas, ...

Bueno yo ya te respondo por última vez ehhhh...XDD ( lalala )

A ver, por dónde empiezooo....

Si por respeto ( miedo ) vas a esconder tus recuerdos felices, las cosas que imaginas …como finales felices, historias de amor, conversaciones bonitas y románticas que además dices has inventado, …con tal de evitar jaleos, amparándote en que es mejor para él y para ti ( imagino que te refieres a que él no te monte esos jaleos ) y en la comprensión de los demás a la hora de que no publiques esto, ni aquello otro…

A mí me parece que debes hacer lo que tú creas que debes hacer.

Por supuesto que respeto que cada uno haga lo que quiera. Es tu blog, tu historia en la que has volcado tu interior, como tú misma dices….Recuerdos de una época muy feliz de tu vida.

Si no quieres publicarlo, no debes ni tienes por qué hacerlo.

Siempre y cuando estés decidiendo por ti misma, sin permitir que ningún temor a posibles jaleos influya en tu decisión.

Cada uno somos como somos, yo por respeto me callo insultos, opiniones negativas que alguien me genera, por respeto me pongo la mano delante de la boca al bostezar o si después de comer me sale un …XDD

Pero dejar de contar historias bonitas? Felices?
Si encima admites haberlas tratado con cariño…
De qué forma puede eso generar un jaleo?
Si dices que no quiere ser feliz contigo, por qué tendría que entrar en tu blog, y ofenderse por leer algo bonito que hayas escrito, guarde o no relación alguna con algo tan feliz que una vez compratisteis?

Y sí, pienso eso que has dicho, mientras no se haga a mala leche, como hay gente que hace.
Uno es libre de escribir en “su” blog lo que quiera, y a quien no le guste, que no lo lea, que a nadie obligan a entrar en ningún blog.

No?

Pues eso.

Y por dios, jajajaj que no es por llevarte la contraria, ni creo que tú me respondas por llevármela a mí.

Y no te llamé cobarde, si lo lees bien, verás que dije que lo decía por mí, en mi caso concreto. ;)
Porque, cuando ya lo has perdido todo no temes perderle, …

O sí?…Si corres el riesgo de tener un encontronazo con la persona a la que quieres…Temes acabar mal, discutir, que te haga reproches y se enfade contigo, no sé, que te odie eternamente o algo…

Por eso dije, que en mi caso, en muchas ocasiones, fue por miedo.

Lo que sí te llamaría sería cabezona, jajaja , no mucho más que yo, pero sí un poquito ,

Jajaja.

Besitos loca romanticona de considerable dureza craneal :P

( Ais, cuánto nos parecemos, tú y y mi yo pasado...)
( Me encantaría verte feliz, en serio, te lo digo de todo corazón. )

Hekate dijo...

Hay que ver tía...tus palabras me han llegado de una manera...la historia presciosa.

Es verdad que cuando uno está enamorado de una persona hace todo lo que esté a su alcance y más allá por ella sin importarle nada.
Eso es lo bonito del amor que actuas sin pensamientos, mirando por la felicidad...
Porque el pensar que tienes en tus manos la oportunidad de ser feliz y la sabes aprovechar es una maravilla.
Lo malo es cuando te enamoras y no eres correspondido y ves que en tu mano no ésta el que lo pases bien o el que lo pases mal...simplemente sientes lo que sientes...

Pues yo me he visto en partes identificada con maría en esta historia porque es verdad que cuando tienes enfrente a la persona amada, se te olvida todo y de todos sólo exites tu y el...y eso es lo bonito.

Un besazo enorme y sigue escribiendo así.